Blogger Invitado. Carlos Enrique Saldívar. Reseña del libro Horror Queer 1

HORROR QUEER1
VV.AA.
Marcia Morales Montesinos (Selección).
Lima: Cthulhu, 2018.
150 pp.

Parte I

Resulta interesante cómo se consolidan diversos proyectos dedicado al horror, en América Latina, con impacto en otros lugares del mundo. Se acaba de editar el libro «Horror Queer», que incluye a veintitrés escritores, que participan con diecinueve relatos y cuatro poemas. Autores de diversas partes del globo, algunos experimentados, otros recientes, quienes nos ofrecen las más revulsivas pesadillas, eso sí, aderezadas con un toque de buena prosa y una imaginación que se atisba ilimitada, puesto que existe una premisa en este tipo de volumen que han de seguir los creadores, quienes saltan la valla de formas ingeniosas y brillantes.

El Queer Horror u Horror Queer es un subgénero del horror, en el cual se trastoca la sexualidad de los personajes centrales, se trata la temática gay principalmente. Recordemos que la variación de lo sexual ha estado presente en la literatura desde hace mucho tiempo; un ejemplo es esa obra cumbre: «Carmilla», de Sheridan Le Fanu, donde el lesbianismo se retrataba de una forma bella y cadenciosa. No obstante, no es un subgénero enfocado a un público específico, puede leerse por diferentes fans del terror, de toda identidad sexual, los heterosexuales también podrían disfrutar de entregas como esta, la única condición es que les guste el buen terror, el que lleva al horror y al gore, sin límites, con libertades creativas.
En pocas palabras, es un tipo de horror que trata temas ligados al colectivo LGBT+, que expresa la diversidad sexual y las nuevas formas de expresión (esto implica lo artístico, ergo, lo literario) de los presentes tiempos. Bisexuales, travestis, transexuales, pansexuales, y representantes de otras condiciones sexuales se encuentran en el presente libro, en el cual aparecen toda clase de temas relevantes para la ocasión: el caos, la decadencia, la maldad y la destrucción; podrían los ejes terroríficos sobre los cuales se sostiene el conjunto. El acto sexual y la presencia del sujeto homoerótico son constantes, se entiende que es así porque estamos ante un libro en el cual se explora una sexualidad distinta a la cual estamos acostumbrados, por ende, nos adentramos a un horror (que desemboca en muchos casos en un gore) novedoso, que hechiza y termina conduciendo al lector por las rutas de lo cruento y, a la vez cautivador.

Hay diversos puntos dignos de señalamiento. Lo diabólico, que muchas veces se expresa desde el humor negro con un profundo trasfondo crítico de la sociedad, esto se ve en el cuento «Vade Retro Satana!», de Martín Fragoso; también se atisba la carga erógena y maliciosa en el relato «El íncubo», de Hernest Tarek; así el tema de lo demoniaco está presente y nos muestra una interesante perspectiva de este tipo de relato de espanto. Otros dos asuntos que han de indicarse son el rasgo psíquico y la figura del monstruo, que van aunados en cierta forma. En el primero logramos entrever el tema del psicópata, que tiene sus cotas más altas en los cuentos «No me gusta el terror visceral ni el gore», de Carlos Carrillo, y «En el hijo de Dirty», de Jorge Torres; es muy interesante este elemento del asesino despiadado con problemas de índole mental, pues se haya presente en varios textos y todos destacan; resulta menos directa y más peculiar aquella incursión en relatos como «La chica más honrada», de Gonzalo Del Rosario, donde lo lumpen, lo callejero del victimario está bien construido, y en «El pelado Jairo», de Tania Huerta, donde lo grotesco detona en los rostros (u ojos) de los lectores. En «El sireno al revés», de Julio Meza Díaz se puede ver aquella unificación entre individuos y monstruos, se acepta al ser fantástico como algo posible, e incluso deseable, hasta el punto de convertirse en objeto del deseo del protagonista. He aquí, como en otros cuentos del libro la unión de los personajes con las criaturas imposibles, como en las narraciones de Clive Barker. Tan nutrido es el volumen que también hay ciencia ficción, por ejemplo, tenemos el cuento «Crónicas de la ninfa y el fauno: duelistas en North Town», de Randall Markowsky, en el cual la aceptación de la bestia y sus actos se aceptan con normalidad, pues la sociedad futura (una horrenda distopía) ha devenido en una especial depravación, ello desde el aspecto científico, con mutaciones y experimentaciones insanas.

Todos los cuentos son buenísimos y la poesía es remecedora, llena de imágenes potentes.
En suma, recomiendo «Horror Queer», pues creo que es una antología muy necesaria en los tiempos actuales, en los cuales vivimos en un mundo diverso, en donde se está creando un público lector, cada vez más ávido de adentrarse en estas temáticas poco tratadas (aun desde las compilaciones de terror) que quizá pueden ser muy trasgresoras, pero resultan envolventes.

Parte II

Es pertinente realizar unas cuantas acotaciones más respecto de esta importante antología publicada por la editorial Cthulhu, que está haciendo una notable labor para difundir todas las vertientes que surgen del horror, las que imaginarse uno pueda. «Horror Queer», como dije, es un libro imprescindible para que se muestren diversas formas de horror, gore y otras manifestaciones propias del género, como lo grotesco. Dentro de esas consideraciones, el volumen cumple su función y se nos brindan cuentos muy potentes e, incluso, inolvidables.

El Horror Queer, ya he mencionado, se ha tocado desde el siglo pasado, sin embargo, en mi opinión, ha cobrado más relevancia y fuerza en los últimos años, gracias diversos textos que tratan el tema, por ejemplo, en el ámbito de las antologías tenemos el efectivo volumen «Pesadilla en Rainbow Street», una muestra con autores de todo el mundo, editada por el grupo Letras-De-Terror; insidiosa y poderosa de principio a fin, se publicó de forma digital en octubre de 2005, y hoy en día es de fácil acceso para quien desee recurrir a sus páginas. También, en el mundo de las novelas, tenemos un libro indispensable para todo amante del horror en sus cotas más horripilantes, se trata de «El arte más íntimo» (1996), de la autora estadounidense Poppy Z. Brite, volumen de porno terror que contiene una enorme cantidad de sexo, sangre y vísceras. Los actos sexuales son en su totalidad entre varones y esto no desvirtúa de modo alguno el goce de la lectura para un hombre heterosexual, pues la historia es interesante, la narración se encuentra magistralmente escrita y la pareja de psicópatas caníbales, los cuales protagonizan el relato, realizan todo tipo de aberraciones como para hacer saltar al receptor menos impresionable. En pocas palabras, podemos hallar antecedentes de Horror Queer en algunas ficciones de todo el globo, aunque no son muchas, pero también es posible ubicar dichos precedentes en el cine y en los cómics. Por ejemplo, recordemos que la protagonista de «Bajos instintos», interpretada por Sharon Stone, era bisexual o quizá pansexual. Se está hablando de una película del siglo anterior, de los noventas, desde entonces se puede hallar las relaciones del colectivo LGBT+ en otras producciones cinematográficas de terror, como en las de serie B, donde prima la libertad creativa y la poca reserva al momento de filmar escenas de alto calibre. Como se ve, el panorama es amplio y ameritaría un estudio sesudo.

Como he comentado antes, hay temas que se repiten durante la lectura de «Horror Queer», por ejemplo, lo demoniaco en el cuento «Diácono», de Elmer Ruddenskjrik, donde la idea del diablo no pasa de ser una idea y el relato se transforma en un tour de force sobre una dictadura implantada por la Iglesia Católica, que controla el mundo y ha impuesto sus normas con el fin de eliminar todo aquello que atenta contra «las buenas costumbres»; aquello sería lo «diabólico», lo cual afecta a este absurdo gobierno que odia y combate lo diferente.

También dentro del género de la ciencia ficción tenemos el relato «Sobre la sexualidad de los zombis», de Gabriel I. Castillo Tenorio, que nos cuenta un mundo post apocalíptico donde lo zombis pululan y en el cual un hombre realiza experimentos para mantener una retorcida relación con su amante muerto. Esto contado desde los ojos de un aterrado testigo.
En «El cuchillo», de Víctor Grippoli, encontramos de nuevo la presencia del demonio, esta vez en la forma de un espectro que acosa a un travesti dentro de una cárcel y que posee cuerpos con los que comete los más atroces homicidios en el mencionado espacio cerrado.

En «Almas gemelas», de Dolo Espinoza, lo diabólico se presenta nuevamente de dos formas: la humana y la inanimada, un anciano hambriento de las más terribles perversiones y un cine que tiene alma, un alma podrida. Ambas entidades se unifican para dar a luz una serie de aberrantes actos dentro de la edificación que desembocan en un apoteósico final.
«Era su debilidad», de Damaris Gassón Pacheco, es un texto que nos habla de una plaga que infesta a un pueblo como castigo a los abusos de un sacerdote a un muchacho que nació con una extraña mutación. Aquí, una vez más se busca desacralizar a la Iglesia, como protesta.

«Afner & Arthur», de Ángel Zuare, es otra narración que ahonda en lo demoniaco, esta vez a partir del maravilloso y creativo universo de las historietas, un gran radio de acción.
«Instinto primario», de Israel Yerena Cruz, se inserta dentro del realismo más crudo que se pueda pensar, acerca de un llamativo personaje, al inicio tímido, que busca todo tipo de perversiones, hasta que lograr encontrar la que más le acomoda y resulta ser horrorosa.

«La isla maldita», de Sofía Olguín, es un cuento de hadas macabro con finales ambiguos.
Otra vez surge la ciencia ficción en «El grito romántico», de Juan Pablo Goñi Capurro; aquí una pareja homosexual se topa con un cruento horror alienígena con serias consecuencias.

Lo satánico aparece de nuevo en «Ordo Satanachia», de Rigardo Márquez Luis. En un extraño instituto juvenil ocurren hechos execrables que tienen una finalidad sobrecogedora.

La sección poética del libro está conformada por los poemas: «El bello y la bestia», de Dante Vásquez M.; «Dies Irae Psicodélico», de Pablo Espinoza Bardi; «Trozos», de Lucía Pradillo Luque; y «Di Carmilla», de Daniel Leuzzi. Disímiles entre sí, cada texto trata un tema distinto: el vampirismo, el flagelo, la mutación, la locura producto del deseo, empero, coinciden las cuatro piezas líricas en que retratan lo ignominioso con bastante efectividad.

Ya lo he mencionado, «Horror Queer» es una antología como pocas, importantísima en la literatura universal, cuyo legado, espero, se acreciente con los años, en libros venideros.

1 La parte 1 de este texto fue leída en la presentación del libro «Horror Queer», ésta se realizó el 20 de enero de 2018 en la Asociación de la Cámara Popular de Libreros (Amazonas), dentro del evento «Jueves de Poesía y Narrativa». (Lima). La segunda parte de este texto fue leída en la 23° Feria Internacional del Libro (Lima), el 20 de julio de 2018, con motivo de la presentación del volumen «Horror Queer».

Sobre el blogger invitado: Carlos Enrique Saldívar (Lima, 1982). Estudió Literatura en la UNFV. Es director de la revista impresa Argonautas y del fanzine físico El Horla; es miembro del comité editorial del fanzine virtual Agujero Negro, publicaciones dedicadas a la literatura fantástica. Es director de la revista Minúsculo al Cubo, dedicada a la ficción brevísima. Finalista de los Premios Andrómeda de Ficción Especulativa 2011, en la categoría: relato. Finalista del I Concurso de Microficciones, organizado por el grupo Abducidores de Textos. Finalista del Primer concurso de cuento de terror de la Sociedad Histórica Peruana Lovecraft. Finalista del XIV Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2016. Publicó el relato El otro engendro (2012). Publicó los libros de cuentos Historias de ciencia ficción (2008, 2018), Horizontes de fantasía (2010) y El otro engendro y algunos cuentos oscuros (2019). Compiló las selecciones: Nido de cuervos: cuentos peruanos de terror y suspenso (2011), Ciencia Ficción Peruana 2 (2016), Tenebra: muestra de cuentos peruanos de terror (2017, 2018) y Muestra de literatura peruana (2018).

Please take a moment to support Amazing Stories with a one-time or recurring donation via Patreon. We rely on donations to keep the site going, and we need your financial support to continue quality coverage of the science fiction, fantasy, and horror genres as well as supply free stories weekly for your reading pleasure. https://www.patreon.com/amazingstoriesmag

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Previous Article

Voracious Reader Here, A Consumer of Books

Next Article

The Foundation Trilogy Reread: Foundation And Empire

You might be interested in …