“Unvralº”: Reconexión con la Tierra

PortadaUnvralºUnvralº: la llave del universo (Zargon, 2012) es una propuesta desigual del joven escritor ecuatoriano, Javier Eduardo Villacis Mejía. Es un libro que tiene rasgos de ciencia, de historia, de fantasía y de ciencia ficción, tratando de establecer una especie de mirada amplia acerca de un lugar emblemático: la Cueva de los Tayos. Llamo desigual porque en la medida de conciliar todos los campos anotados, unos disciplinarios y otros referidos a la retórica literaria, el libro no logra del todo su propósito. Es así que uno se plantea si es un libro que pretende dilucidar lo que encierra la enigmática Cueva de los Tayos hasta el presente o es una especie de ficción que se presenta adosado de una cantidad de información documental intentando divulgar conocimientos al parecer poco investigados.

Primero hablemos de la Cueva de los Tayos. Esta se encuentra enclavada en la Cordillera del Cóndor, en la provincia Morona Santiago en Ecuador. Se le denomina así porque allá pululan y tienen su hogar –entre otras cuevas de la Cordillera– unas aves nocturnas conocidas como Tayos. La cueva es un lugar casi inaccesible porque se halla bajando un hueco o chimenea vertical el cual tiene alrededor de más de 60 metros de profundidad. A una cierta altura está la cueva la que ha despertado vivo interés para comunidades de investigadores desde que fue descubierta y donde expedicionarios como el sacerdote Carlos Crespi hallaron rastros de culturas anteriores a las dataciones actuales de desarrollo de la civilización. Tras este antropólogo siguieron otros quienes trataron de comprobar la existencia de objetos dejados por antiguas culturas que parecen remontarse a la Atlántida. Es así que Juan Moricz a finales de la década de 1960 se adentró y dio cuenta de ciertos hallazgos y luego Stan Hall, en la década de 1970, quien incluso filmó el improvisado depósito de Crespi, recogiendo imágenes de algunos de los tesoros en un film cuyos fragmentos son observables en la red; le acompañó en su viaje Neil Armstrong, quien fuera reconocido astronauta.

Las historias se han sucedido desde entonces porque los objetos conectan a culturas que parecerían inconexas: huellas de sumerios, de egipcios…; se habla de atlantes y de dioses venidos de las estrellas. Lo cierto es que en el interior de la cueva las formaciones rocosas son al parecer simétricas, hecho que ha dado lugar a una serie de conjeturas e hipótesis; asimismo, la cueva abre a un conjunto de pasadizos y senderos, haciendo especular que se trataría de un sistema que incluso llegaría hasta otros confines, entre ellos el centro de la Tierra y a ciudades intraterrestres. La cueva ha despertado cantidad de publicaciones, sobre todo en internet, de comunidades ligadas a la arqueoastronomía.

El escenario de la Cueva de los Tayos también ya fue motivo de una novela de ciencia ficción de 2010 de otro ecuatoriano, Ney Yépez Cortés, “Crónicas intraterrestres: en la Cueva de los Tayos” que en un post anterior comenté. Unvralº: la llave del universo de Villacís Mejía se le diferencia porque va por la vena pretendidamente historicista, en tanto la obra de Yépez Cortés iba por la aventura por la cual su autor introducía algunos rasgos de su pensamiento esotérico. Unvralº: la llave del universo, por su parte, mezcla en su argumento datos históricos, pruebas de expediciones, documentos hallados, fotografías, mapas, etc., con la intención de lograr más veracidad, más cientificismo en su estructura narrativa. En cierto sentido, esto la hace atractiva porque quizá se esconde en el objetivo de la obra, además de seguir un hilo conspirativo, al modo de un thriller, enseñar o ilustrar acerca de un lugar que no debe verse como destino turístico o un lugar enigmático, sino como un enclave en el que se debe retejer la historia de la humanidad, además conectada con el cosmos o el infinito.

El thriller se da cuando un viejo, poseedor de una información sobre la humanidad, Cabalcanty Flores, se reúne con un científico, Crossifixio Dante. Le devela que el origen de la humanidad se dio en las alturas del volcán Chimborazo, para lo cual dice tener pruebas irrefutables que ligan las pirámides de Cochasquí –al norte de Quito– y la Cueva de los Tayos. Dante, por otro lado, pertenece al proyecto Unvralº, el cual pretende restituir la paz en la Tierra cuando esta está viviendo una crisis mundial. El relato no comienza en el futuro sino en un presente 2010 cuestión que nos pone en la escena de una especie de “futuro presentificado”. El proyecto Unvralº tiene una especie de base de trabajo donde se reúnen científicos y donde va a parar Flores.

A partir de estos hechos, el libro reconstruye la vida de los personajes, con la intención de trazar una biografía novelada. En este punto hallamos la conexión de Flores con Moricz y Crespi y luego la expedición que les llevará a los Tayos. Ya adentro, constatan la existencia de estatuas, de placas metálicas, de objetos dispersos… en definitiva una especie de archivo milenario. Toda la parte central de la novela Unvralº: la llave del universo es una descripción de hechos, de situaciones, de encuentros ampliamente difundidos respecto a las expediciones y las aventuras que vivieron sus nuevos descubridores entre 1960 y 1970. Luego aparecen las primeras indicaciones conspirativas, particularmente de servicios de inteligencia especializados que tratan de que la verdad de estos arqueólogos no pueda ir más allá; en este contexto muere Moricz, hecho que no impide a Flores a continuar el trabajo de investigación y divulgación.

Javier Villacís Mejía, autor de la novela, Unvralº: la llave del universo.
Javier Villacís Mejía, autor de la novela, Unvralº: la llave del universo.

Mientras se narra la historia en retrospectiva de los arqueólogos, además del científico Dante, se suceden movimientos sísmicos en la Tierra. El autor establece otra línea narrativa que intenta mostrar la conexión orgánica con la Tierra. Esta a su vez, desde milenios se comunicaría con el ser humano, pero solo ciertos individuos tendrían la capacidad de leer los signos; ahora en el proyecto esto se quiere ver desde la dimensión científica, tratando de encontrar patrones “lingüístico-comunicativos” en los movimientos sísmicos. Ecuador vendría a ser el punto privilegiado para comprender la complejidad de los hechos. Ahora bien, junto a la secuela de desastres naturales, de acuerdo a la novela crece el terrorismo internacional, cuestión que cobra proporciones preocupantes que lleva a que varios países, sobre todo EE.UU., encabecen estrategias para frenarlo. En ese contexto, el presidente norteamericano se reúne con su homólogo en Quito. Dante explica allá la hipótesis de la conexión orgánica que ya se conocía como la Teoría del Todo, pero sobre todo una rara energía con la que se mueve todo el universo, el ágape, descubierto por ecuatorianos, medio de interconexón espiritual, orgánica, fuerza que permite la comunicación entre seres y de la Tierra para con sus especies. Se pinta un cuadro de desconexión de la humanidad con la Tierra, hecho que produce la crisis medioambiental, camino del desate de un posible apocalipsis si es que no se sabe aprovechar tal energía y reemprender la reconexión con el planeta y el universo. Aunque se logra el apoyo americano para el proyecto Unvralª, pronto EE.UU. es atacado. Esto no impide a que luego se pueda crear y codificar cantidades de ágape.

La última parte de la novela cuenta la denodada trayectoria de los científicos de Unvralº para probar ágape. Pero Ecuador es bombardeada por las fuerzas terroristas de las FARC colombianas las cuales siembran el terror y el apocalipsis en el país. En el momento que estos supuestamente invaden, en 2011, sucede que gobierna Ecuador alguien de ascendencia indígena, Miguel Quiguango, cuya sabiduría y don de mando permiten vencer a los invasores. Una vez que se prueba ágape, la vida en la Tierra se restituye y supuestamente se vive en paz.

La novela, descrita así, es harto compleja y de muchas referencias. Villacís Mejía trata de articularla tomando como modelo la obra de Dan Brown, El código Da Vinci (2003), según sus declaraciones. Por ello, establece diversos hilos temáticos: el uno ligado al proyecto salvífico de Unvralº, es decir, que este se pretende como unificador de los otros en la medida que es la síntesis de los descubrimientos, encubrimientos, intrigas, problemas que, aunque se viesen como locales, suponen comprenderlos desde una mirada más global, más integradora. Unvralº es el umbral a otra dimensión, es el experimento para la comprensión de la conexión entre el ser humano y la Tierra y viceversa.

Con esta línea integradora el autor quiere explicar las otras líneas temáticas. Entonces aparecen los descubrimientos y las hipótesis de arqueólogos y otros científicos acerca del origen del ser humano en Ecuador. Se supone que la conexión con la Cueva de los Tayos sirve para explicar que un momento esa fue el lugar donde se fueron a refugiar quienes sobrevivieron a los diversos cataclismos y refundaron siempre la humanidad. La intriga alrededor de la cueva trata de recuperar los pormenores misteriosos que aún rodean a lo que implicaron las expediciones, sobre todo las promovidas con financiamiento extranjero para expoliar las supuestas riquezas y tesoros acumulados allá, incluso el robo de la bodega improvisada del padre Crespi, hecho probablemente irrefutable dado que existe unas filmaciones de objetos allá almacenados.

Otra línea es la política, pues con ello se trata de poner de manifiesto que aunque la humanidad está dividida por el ejercicio de poderes, cada cual más prepotente que el otro, a la final, por el bien de la humanidad deben renunciar a sus proyectos. Villacís Mejía no aprovecha el desarrollo de un gobierno con características indígenas que supuestamente pone como personaje en su novela; toda la explicación está hacia el lado científico o especulativo.

Conectada a la anterior está el desarrollo de las fuerzas del mal que modernamente se interpretan como las formaciones terroristas. Villacís Mejía no va más allá de señalar lo que ya se conoce, porque además ancla su novela en el presente, aunque muchos de los hechos superpuestos parecieran ser veraces. De este modo, hay un montón de referencias a acontecimientos de actualidad y figuras por demás oprobiosas. Pero la invasión de las FARC, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, ya resulta increíble y hasta descabellada.

Pero hay que creerle a Villacís Mejía porque en el fondo está pintando, a través de su novela, una ucronía. Es decir, trata de un país hipotético presente, una Tierra hipotética presente, unos personajes “reales” de los cuales se articula una historia ficticia en base a papeles reales. Una operación que podría parecerse a la Jorge Luis Borges, con la salvedad que Unvralº: la llave del universo no es ni indagación metafísica ni filosofía ficcionada –si es que su estilo puede llamarse así–. El funcionamiento de la ucronía es hacer de la historia de un suceso o de un lugar, un hecho alternativo. En este punto, el autor nos obliga a entrar y salir de la historia supuestamente real a otra que puede tener dimensiones fantásticas. Se abundan en explicaciones pero falta todo un trabajo metafórico que permita generar un marco de asombro.

El problema radica en que todos los hilos de la trama de la novela a veces no se logran afinar, es decir, no llegan a configurar ni el suspenso, ni la intriga de manera debida, dado que de pronto esta se diluye con los datos que le interesa exponer a Villacís Mejía: la cuestión de los orígenes americanos del ser humano, la huella perdida de una civilización superior a la actual de la cual solo hallamos rastros que son malinterpretados y situados como si fueran primitivos, cuando en realidad tuvieron otra comprensión, otra tecnología, otro modo de vida, otro tipo de conocimiento. Este sentido subyace en Unvralº: la llave del universo, pero, como se ha indicado, termina no cuajando porque los otros hilos temáticos, al tratar de pintar una ucronía, están de cierto modo desconectados.

Con todo, insisto, lo más rescatable de Unvralº: la llave del universo es precisamente las claves que sugiere, las ideas que plantea y que las verbaliza en la voz de algunos de sus personajes. Desde allá es importante el archivo documental que propone el autor; pero quitando toda la trama, quizá el libro pudo haber sido más rico como texto divulgativo.

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